Los seres humanos tenemos la tendencia, por naturaleza, de concentrarnos en lo que no deseamos que suceda, en lugar de hacerlo en lo que sí deseamos que pase. Y es que cuando las personas cambiamos el enfoque hacia lo que sí deseamos, tanto en nuestra vida privada como pública, empiezan a darse situaciones interesantes para cada uno. Romper con ese paradigma es cuestión de consciencia, de carácter, de voluntad: es ir en contravía a lo que dicta nuestra naturaleza, es movernos en la dirección opuesta y realizar un pequeño cambio, que parece difícil, pero que en realidad no lo es. Lo difícil es aprender a mantener la concentración en lo que verdaderamente queremos ante todo lo negativo que sucede a nuestro alrededor.

¿Cuál es el objeto de tu atención?
Todos deseamos triunfar en nuestros trabajos, en nuestras relaciones y en nuestras comunidades. Queremos llevar el estilo y calidad de vida que deseamos, anhelamos ser más productivos y positivos; sentirnos parte de algo grande y trascendente. Hagamos a un lado los distractores, evitar concentrarnos en lo que no queremos y enfocar nuestra atención en lo que en realidad deseamos y mantenernos ahí, nos dará siempre la posibilidad de obtener más de aquello en lo que concentremos nuestra atención y energía. Para ello toma en cuenta los siguiente: 

Sugerencias.
  1. Tratemos de crear un sentido de consciencia en torno a nuestros intereses personales, pasiones, fortalezas y nuestros valores.
  2. Tratemos de crear una conexión entre nuestros deseos personales y profesionales para obtener resultados positivos a nivel individual y colectivo.
  3. El factor de mayor importancia en esto es que tengamos el suficiente coraje y la valentía necesaria para que nos hagamos las preguntas correctas en el momento justo y que podamos encontrar por nuestra cuenta el ambiente más adecuado para que podamos concretar nuestras aspiraciones.
  4. Debemos planificar seriamente las acciones que tomaremos hacia nuestros objetivos personales y profesionales, sin dejar de mantenernos alertas y en disposición para alcanzar el éxito. Escribir un itinerario de acciones diarias, semanales y mensuales nos será útil para triunfar. Debemos planear el éxito que queremos alcanzar, hagamos un contrato con nosotros mismos.
  5. Visualicemos el éxito en nuestras mentes. Que sea vívido y con detalles. Darnos a la tarea de buscar imágenes nos permitirá no olvidarlo. 
Acciones.
Practiquemos estas sugerencias y tomemos consciencia de aquello en lo que nos concentramos, fijemos nuestra mente y atención en las cosas y situaciones que podemos controlar en lugar de aquello que no. Seamos persistentes en este cometido. Dediquemos tiempo a nuestras metas, seamos de las personas que con disciplina y sus talentos especiales perseveran y no renuncian fácilmente. Todos aquellos que han logrado alcanzar la grandeza en los negocios, el arte o los deportes, han invertido tiempo para hacerlo, ¿Cuánto? 10,000 horas en aprendizaje, esfuerzo, persistencia y práctica. 

De las conquistas y victorias.
Aprendamos a disfrutar el viaje, celebremos nuestros triunfos en tanto mantengamos el enfoque hacia la realización de nuestros sueños. Por lo general, nuestros proyectos más ambiciosos son de larga duración y representan sacrificio y enfoque; celebrar su culminación literalmente podría significar años, sin embargo, celebrar las pequeñas victorias nos hace sentir que avanzamos en la dirección correcta y nos proporciona esa energía y esa pasión que nos falta en los momentos críticos. Tomemos un tiempo para establecer etapas de crecimiento, esto nos ayudará a seguir y avanzar gradualmente sin atribularnos.

Acotaciones finales.
Es importante que nos enfoquemos y concentremos nuestros pensamientos, esfuerzos y energía en lo que queremos. Solo aquellos que sepamos responder al cambio con creatividad e innovación tendremos una evidente ventaja ante aquellos que reaccionen con evasivas y temor. Necesitamos realizar un esfuerzo consciente y persistente para asegurarnos que los pensamientos y comportamientos, tanto internos como externos, sean positivos. Todos los pequeños triunfos y los grandes logros comienzan de la misma manera. Alguien se concentró en lo que quería, y al hacerlo, se dio a la tarea de comenzar el viaje para hacerlo realidad. No hay tiempo mejor que el presente. Lo que realmente queremos, aún está esperando por nosotros. 

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